El 2 de marzo de 2023 comienza en Instituto Aware una la 15ª edición del curso «Aprende Mindfulness en 8 semanas». La psicóloga Sara Mataix es la instructora en esta disciplina de Atención Plena, que entre otros beneficios facilita el reconocimiento de nuestras emociones y nos muestra caminos para gestionarlas. La práctica continuada de Mindfulness tiene innumerables beneficios tanto para nuestro cuerpo como para nuestra mente. A través de esta entrevista, Sara Mataix nos introduce en algunas de las claves para comprender por qué es tan recomendable.
¿Por qué es tan difícil centrarnos en el aquí y el ahora?
El ritmo que nos marca la sociedad en la que vivimos nos hace estar constantemente con la mente por delante, consumiendo el tiempo antes de que nos llegue, no se le da importancia a la quietud, al silencio, la observación y al simplemente estar, todo esto parece que no es productivo y no “vale para mucho”
¿Cuáles son los factores ambientales y sociales que nos hacen estar ausentes o dispersos?
La aceleración del ritmo de vida, las nuevas tecnologías que favorecen un contacto intermitente con una cantidad de información instantánea que va conectando de una ventana a otra, de la misma manera que va nuestra mente de un pensamiento a otro y la creencia social de que la felicidad se encuentra en el exterior y no dentro de uno mismo.
¿Qué es el Mindfulness o atención plena?
La atención plena es la capacidad universal de estar en el momento presente sin juzgar, experimentar las sensaciones, emociones, sentimientos y pensamientos de este preciso instante. Cuando hablamos de Mindfulness representa una forma de comportamiento mental donde no sólo se detecta antes el piloto automático, sino que mediante su práctica la persona encuentra nuevas formas de relacionarse con sus pensamientos automáticos, emociones y sentimientos, de una manera consciente.
¿Por qué es importante la práctica de la atención plena en nuestras rutinas diarias?
“Cuida cada momento y cuidarás todo tu tiempo”, esta es una de mis frases favoritas para ejemplificar qué nos aporta la atención plena en nuestra vida cotidiana. El estar presente no solo nos ayuda a ser dueños de nuestro tiempo sino también evita las sobrecargas mentales, es decir, si yo llego a casa con un problema del trabajo y le sigo dando vueltas mientras cocino, mientras estoy con mi pareja, mis hijos o a la hora de dormir es posible que no esté prestando la atención debida a esas tareas o aún peor que reaccione de una manera indebida o inadecuada. La práctica continuada del Mindfulness nos ayuda a ser los dueños de nuestro tiempo.
¿Qué recursos se utilizan en la práctica del Mindfulness para poder estar presentes?
El cuerpo es uno de los recursos que nos ayudan durante la práctica formal del Mindfulness a “traer la mente a casa”. Estos recursos, físicos como puede ser centrar la atención en la respiración, es lo que llamamos anclajes porque nos ayudan a volver al aquí y el ahora.
¿Qué beneficios físicos produce la práctica del Mindfulness?
A nivel físico, potencia el sistema inmunitario, mejora la respuesta al estrés, produce un estado relajado pero al mismo tiempo vital. A nivel mental: favorece la concentración y mayor claridad, ayuda a entender mejor la realidad y cómo nuestros pensamientos pueden llegar a deformarla. A nivel emocional aumenta la inteligencia emocional, favorece los estados de ánimo saludables y mejora la gestión de las emociones ante situaciones difíciles. Y por último, a nivel relacional: facilita el conocimiento de uno mismo mediante la comprensión de la propia experiencia, incrementa la empatía y el altruismo y fomenta una actitud básica de respeto y amor hacia sí mismo y hacia los demás
¿Cómo podemos conseguir separarnos de nuestros pensamientos?
Practicando, esa es la única manera de poder tomar distancia del contenido de nuestra mente, de sus pensamientos e imágenes. Hay que parar, tomar conciencia de ¿dónde está mi mente ahora? y observar el contenido de mi mente sin dejarme arrastrar por él.
Muchas veces tratamos de resolver el malestar emocional “dándole más vueltas a las cosas” (rumiación) o “pensando en otra cosa” (evitación), a veces cayendo en el piloto automático. Y paradójicamente, mediante estas estrategias, no conseguimos resolver los problemas sino generar un malestar mayor. Algunos ejemplos: verse enredados en pensamientos obsesivos, acabar inundados de emociones negativas, intentar pensar en otra cosa sin conseguir que los pensamientos negativos se vayan…
¿Cuáles son las dificultades fundamentales que encontramos cuando cerramos los ojos y nos centramos en la práctica?
Las dificultades principales en el comienzo de la práctica del Mindfulness son varias y van con cada persona pero es cierto que hay algunos que son más comunes. En primer lugar el factor tiempo, al principio siempre falta tiempo para poder practicar en casa o incluso no nos acordamos de hacerlo. Una vez comenzamos la práctica van surgiendo las primeras “trampas de la mente”: esto es aburrido, yo no voy a poder con esto, mi mente no para, me entra el sueño, no me centro, con todas las cosas que tengo pendientes de hacer… y así nos surgen un sinfín de pensamientos que intentan boicotear la práctica, esto son como las agujetas del comienzo ante una actividad deportiva, una vez las pasas, el músculo se hace fuerte y esta preparado para continuar.
¿Crees que comenzar la práctica en grupo o de manera guiada es importante para alguien que nunca haya practicado Mindfulness?
Creo que sí, ayuda mucho a poder instaurarlo como rutina y poder superar las dificultades que van surgiendo durante la práctica. La práctica en grupo aporta mucho en el desarrollo personal, todos aprendemos constantemente de los otros y es de gran ayuda el sentirse identificado en las adversidades de los demás.
Si estás interesado en el curso «Aprende Mindfulness en 8 semanas» contacta con nosotros en.
✆ 637 64 94 94
info@institutoaware.com